Con esta ley, Rovira resaltó, “los productores son tenidos en cuenta después de años, en una ley que les asegura lo más importante: el mercado, la posibilidad de la venta de su esforzada producción en condiciones de calidad dentro de un mercado modelo que está situado en la chacra 100 de la ciudad de Posadas, con cadena de frío y posibilidad de capacitación permanente, en un predio que va a motivar mucho más allá de la acción ya positiva de la comercialización”.
“Es una ley de vanguardia en un mundo globalizado que celebra los denominados “slow food”, una alimentación orgánica y artesanal que se diferencia del “fast food” que es la comida chatarra, alimentación que viene de la mano de un modelo de producción sustentable familiar. Misiones es una provincia sin igual en materia de economía agraria minifundista, por lo tanto faltaba esta ley”, dijo Rovira
Luego recordó “el modelo liberal que terminó con las regulaciones justamente puso al desnudo la economía agraria de la provincia, sobre todo pequeña, y hoy con esta ley hay sostenibilidad, horizonte y futuro. También existe una apuesta muy firme y un compromiso hecho por el Estado: una fuerte inversión que muy pronto va a pasar a manos de los productores, con un principio de organización que rescata a toda la producción, porque son ellos mismos quienes van a gobernar y administrar este espacio tan importante, con el Ministerio del Agro como autoridad de aplicación”, expresó el legislador.
También, Rovira agregó que “nos llena de orgullo y es otra de las tantas leyes estratégicas que hemos sancionado para permitir el crecimiento económico de nuestra provincia en todos sus espacios, y lo que es más importante: con todos sus actores, no solamente con algunos”
Esta norma, señaló “es la garantía del retorno, la plusvalía, la rentabilidad directamente a manos del productor; hacerlo en condiciones de calidad, cumpliendo con normas bromatológicas, con estándares, incluso hasta con envases adecuados y en lugares adecuados, eleva más la valoración que tiene sobre esta producción el consumidor misionero”.
“Además iguala la oportunidad que tiene el producto misionero hecho en la provincia y vendidos en las grandes superficies en detrimento de los pequeños espacios de producción y comercialización. Por eso con esto estamos poniendo en igualdad a toda la producción, pero fundamentalmente apuntalando ese deseo de autoabastecernos con productos misioneros; y no tengo duda que no solamente va a seguir progresando en las góndolas de este mercado de comercialización, ya en manos de los productores, sino también en el resto de los mercados y grandes superficies porque la competencia los va a obligar a los excedentes venderlos también aquí. Ésta es una política donde ganan todos, no como antes que los que ganaban era en contra de los que pierden”, concluyó Rovira.
